lunes, 27 de junio de 2016

RESEÑA PRECIOSA DE DOLORS LÓPEZ, laprincesayaseve.wordpress.com

ALGO BUENO HE DEBIDO HACER EN OTRA VIDA, PARA RECIBIR TANTO, Y TAN SATISFACTORIO. MIL GRACIAS POR ESTA RESEÑA MARAVILLOSA, DOLORS LOPEZ laprincesayaseve.wordpress.com


Algunos libros son probados, otros devorados, poquísimos masticados y digeridos”. Sir Francis Bacon.
Y El Sendero de los Ángeles es de los libros para ser devorados.  Cuando Rosa Grau me ofreció este libro para su lectura no podía imaginar los buenos momentos que me iba a otorgar su lectura. Si bien sabía por El Caso de la Gallina Ponedora su buen hacer, el título del primero me despistó.
En la misma línea del anterior, Rosa nos presenta a una protagonista Adelaida Cameron, Cuqui para los amigos, “Me tenía por una mujer competente, independiente y sentimental” una mujer joven, insegura, con algún que otro trauma infantil, en su entender carente del amor paternal; con necesidad de demostrar su capacidad para tener un trabajo cosa harto difícil pues no encuentra su lugar; contradictoria, superficial, infantil, a momentos surrealista y a otros inocente e ingenua, deseosa de enamorar y enamorarse, y con más vidas que un gato, en definitiva Rosa la define “algo boba”.
Cuqui en su nueva faceta profesional será testigo de un asesinato, momento en el que ha de poner pie en polvorosa. En su huida arrastra a sus amigos Elvis y Bárbara, cada uno de ellos a años luz de la personalidad de Cuqui, serán tan protagonistas de la historia como ésta. Acabarán refugiándose en casa del Senador Dern, tío de Cuqui coloquialmente Teddy. Será en casa de éste donde se sucederán unos hechos, desencadenando una serie de misterios por resolver, y a modo del camarote de los hermanos Marx entradas y salidas de personajes tan variopintos como Ted Sullivan, Debra Winter, Mike…y muchos más. Sin olvidar al padre de la protagonista, William, con mucho peso específico, demostrando que las apariencias engañan y que es un oso con piel de cordero. Personajes corales que junto con la protagonista cimentan con sus aportaciones y personalidades la trama argumental del relato.
Rosa consigue integrar perfectamente a todos los personajes, creando situaciones surrealistas, hilarantes, divertidas, escenas de suspense y misterio, momentos de amor y eróticos, descritos con mucha elegancia. En definitiva una atmósfera amable, misteriosa y divertida en proporciones iguales.
Como en su anterior libro, Rosa nos envía constantes mensajes de reflexión sobre la forma más positiva de ver la vida, la manera de sortear diferentes situaciones, el valor de la amistad, el descubrimiento del amor, la importancia de la familia, y como no el reencuentro con uno mismo. Porque en definitiva la vida es una encrucijada de caminos, y decidir entre uno de ellos, esa es la cuestión.
“A lo largo de nuestra vida nos encontramos ante infinidad de encrucijadas, de senderos ante los cuales debemos decidir qué dirección tomar en busca de la felicidad, de los sueños, de las esperanzas; una visión que no es simple ni sencilla”
Respecto a la narración es lineal, con constantes flashbacks de Cuqui sobre todo para ubicar a cada nuevo personaje que se incorpora a la historia. Así sabemos de la infancia de Cuqui, como descubrió el amor y el desamor en la misma persona y su devenir en el relato, o como entabló amistad con Bárbara. Recurso muy utilizado por Rosa en sus libros, para conocer mejor a las protagonistas y sus personajes corales. El elegir a otra mujer como protagonista, Adelaida, asemeja mucho  con su anterior libro y protagonista Willi como personaje principal. Y entre ellas muchas similitudes.
Dividido en 28 capítulos, todos ellos con una frase introductoria, resumen de lo que se narrará y en ocasiones sentencias de vida.
“Los pequeños detalles marcan la diferencia entre una mentira y una verdad a medias” Cap. 10
“El mundo no está hecho para la mediocridad. Todos somos capaces de hacer algo grande” Cap.26
De una extensión diferente pero todos ellos de una lectura rápida, ágil, dinámica y muy fresca, por los continuos diálogos  que invitan a su lectura devoradora, adictiva por saber más de la historia. Además con un lenguaje llano, sencillo, y cotidiano, pero con ese toque de elegancia y educación que respiran los relatos de Rosa sin ningún tipo de vulgaridad aunque se diga algún “taco” y, en ocasiones más sofisticado en boca de Bárbara.
Aunque esta historia se sitúa en USA entre Nueva York y la casa de campo de Adirondacks, continúo respirando aires y humor muy inglés como en el anterior libro, El Caso de la Gallina… huella y estilo de la autora. Una apuesta segura al éxito.
Si un “pero” he de poner, es que Rosa vuelve a elegir a protagonistas algo “pijas” que viven y han vivido en la opulencia, pero un detalle que no le doy la mayor importancia porque en realidad la pretensión, creo yo, de la autora es entretener y divertir al lector, dándote energía positiva a borbotones. Un libro para desconectar de la realidad, que tan dura es en muchísimas ocasiones.
“El humor no necesariamente ha de llevar a la risa, ni a la sonrisa siquiera, el humor cumple con su tarea ‘sólo’ con mostrarnos que pueden verse las cosas de formas muy diferentes a las acostumbradas, porque si algo logra el humor es separarnos de lo rutinario y hacer de cicerone por lugares nunca sospechados”.Ángel R. Idígoras
Una historia que me recuerda a aquellas comedias clásicas del cine americano, protagonizado por Cary Grant y Katherine Hepburn llenas de situaciones y equívocos surrealistas y cómicos, con mucha ternura, suspense y buen rollo. Para los amantes de disfrutar leyendo. http://leer.la/sendero

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